martes, 18 de septiembre de 2007

Superhéroes

Sábado 15 de septiembre, en la Lucha de los Pobres en Quito, ocho de la noche. Al interior de una peluquería un niño de unos 7 años; con el torso descubierto, una bandera verde del Movimiento País alrededor de su cintura y otra bandera alrededor de su frente; se refleja en el espejo e improvisa la rutina propia de un karateca. Después sus movimientos, como los de un superhéroe de televisión.
Aquella noche en la Lucha de los Pobres –en la tarima y fuera de ella- se recuerda a tantos y tantas que han emigrado.

Vienen a mi mente las palabras de un candidato de otro movimiento que en una entrevista de radio compartida nos decía que los ecuatorianos/as no tienen conciencia al momento de votar, que están confundidos/as por tantos mensajes, que son fácilmente manipulables. ¡Cuánta superficialidad para hablar de un Pueblo que ha tomado en sus manos la responsabilidad de mantener económica y emocionalmente a nuestro país, de una ciudadanía que no se conforma y busca generar desde sus propias fuerzas y entrega un espacio de dignidad a pesar de las adversidades!

Mi sobrina Ana Raquel, cuando tenía 5 años, me enseñó que los héroes (heroínas) no son los/as que no tienen miedo sino los/as que pueden enfrentarlos. El Ecuador está lleno de héroes y heroínas de la vida cotidiana, que saben exactamente lo que quieren y enfocan sus esfuerzos por conseguir sus objetivos. La responsabilidad es muy grande: estar a la altura de esas expectativas. Ese, nuestro compromiso.

2 comentarios:

francisca de la torre dijo...

algo que marca al migrante y que, independientemente de su contingencia, de algun modo también es un reflejo de las fortalezas de los ecuatorianos/as es la resiliencia, o sea, la capacidad de mirar hacia adelante, de superar las dificultades, los problemas y las situaciones límite para seguir y recrearse como persona integra y como ciudadano/a activo/a. Esas fortalezas son las que debemos tener presentes como un estímulo para mirar hacia el futuro con optimismo y confianza conducentes al cambio.

Anónimo dijo...

¿No tenemos conciencia? Qué mala memoria tienen Gutiérrez y sus lacayos. ¡Qué pronto olvidaron abril!