miércoles, 12 de septiembre de 2007
Para subir a un bus se necesita tener 25 centavos o mucho "coraje"
Cada día una nueva experiencia. Esta de subir a los buses la repetimos Ernesto y yo desde hace una semana, cada día, porque nos encanta. Cuando subes a un bus y hablas con las y los ciudadanos "de a bus" antes de bajarte sucede que la responsabilidad que era tuya -la de comunicar y motivar- pasa a otras manos; bajamos del bus, pero la discusión se queda dentro. Es tan rica nuestra cultura política que las/los ciudadanos aceptan el reto.
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4 comentarios:
Querido amigo anónimo:
Acepto con alegría tus comentarios porque eso habla de tu interés en participar, que es lo que enriquece este proceso. Solo quería recordarte que lo clandestino ya dejó de ser revolucionario, ahora enfrentamos al sistema con la cédula en la mano. Te invito a mostrar tu rostro como lo hacemos todos en estos días. Saludos. Tocha
Gracias por la sugerencia. Sin embargo, cuando el sistema tiene una máxima autoridad que insulta y difama por diestra y siniestra a quién osare desafiar su majestad e inefabilidad cuasi-sagrada, llegando a apresar a quien incluso pase por su camino, no es verdad que se le puede enfrentar con cédula en mano y es mejor permanecer 'clandestino' en ciertas situaciones.
La palabra en el comentario anterior debió ser infabilidad, no inefabilidad. Perdón por el pequeño lapsus.
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